Montar un negocio desde casa fue una de las decisiones más importantes (y desafiantes) de mi vida. Voilà nació del deseo de crear algo propio, algo que no solo me represente a mí, sino también a todas las mujeres que, como yo, construyen desde el amor, la intuición y la garra.
Pero detrás de cada diseño, cada preventa y cada prenda que llega a tus manos, hay una escena mucho más cotidiana: yo, trabajando en la compu, mientras mis hijos hacen la tarea a mi lado.
Emprender con hijos no es color de rosa. Hay días que todo fluye y otros que simplemente no. A veces tengo que frenar una reunión para llevar a Mateo a la escuela, o correr a buscar a Floren. Otras veces, elijo acompañarlos en sus actividades, aunque eso implique terminar de responder mensajes a las 11 de la noche.
Y, sin embargo, ese caos también es parte del sueño.
Porque puedo elegir. Porque armamos juntos un espacio compartido, donde ellos hacen la tarea mientras yo diseño o escribo mails. Porque verlos crecer cerca me recuerda por qué empecé.
Y no, no siempre es fácil. Hay culpa, hay cansancio, hay dudas. Pero también hay propósito. Hay libertad. Hay pequeñas escenas que me llenan el alma, como tomar unos mates con Mateo mientras cada uno trabaja en su compu.
En Voilà creemos que no hay una sola forma de construir un proyecto. Que el equilibrio no siempre se ve perfecto, pero puede sentirse verdadero. Y que crear un negocio que te represente también puede ser una forma de maternar.
Si estás en ese mismo camino, quiero que sepas que no estás sola. Esto también es emprender.
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Te abrazo a la distancia.
Nati